octubre 15, 2009

Nunca digas nunca

Después de meses de no hablar con una buena amiga, al estarnos poniendo al corriente de la vida del otro, le hice la tonta y clásica pregunta. "¿Y de galanes qué tal?"

Su respuesta automática no me sorprendió del todo. "No, no tengo. Así estoy muy bien. No quiero saber de nada de eso, solo es pérdida de tiempo."

Sin muchos ánimos de discutir (y teniendo como antecedente que no era la primera vez que ella misma me decía algo similar, antes de haberse emocionado por el último galán que le conocí), sólo me quedó decir un superficial "Las cosas llegan a su debido tiempo."

Su reacción fue ponerse a la defensiva, y empezar a decir que "Ya no." Que ella está mejor así. Que se está dedicando a ella misma, a estudiar, trabajar, salir sola...

"Pues si. Por eso digo. Las cosas llegan a su debido tiempo. Y ahorita para ti es tiempo de otras cosas."

Digo, es completamente válido tener otras prioridades e intereses en esta vida.

Pero no. Me sale con el trilladísimo "No, pero ya no quiero. Es en serio... No sólo ahorita. Nunca."

¿Qué le dices a alguien que te dice eso? Sólo me queda girar los ojos, quedarme callado y comentar "¿Pues qué te digo? No eres la primera ni la última a la que le escucho decir eso."

Su argumento es que yo no tengo por qué reaccionar así. Que tener pareja no es lo máximo en el mundo, ni está obligada a que sea su prioridad. Que si prefiere estar sola y no estar con nadie no es ninguna freak.

Pues no.

No tiene absolutamente nada que ver con eso. Y precisamente, el problema es ponerse en esa postura y asumir automáticamente en qué sentido se lo decía yo.

Esa etiqueta de "freak" no se la puse yo. Se la puso ella misma. Y se la pusieron quién sabe qué tantas personas antes que yo. Pero si te afecta es que ruido te hace. En el fondo es ella misma la que se quiere convencer de eso.

Y si, está en su derecho. Pero en mi experiencia personal (y mi observación de las personas a mi alrededor) ese tipo de situaciones no duran. Nunca digas nunca. A la larga te acaba perjudicando.

Yo ya lo decía hace bastante tiempo. Y (yo insisto) no es la primer mujer a la que le he escuchado eso.

Algo sucede. Alguien te lastima, decepciona, abandona, frustra... Y te amargas y te llenas de dudas y miedos. Y pretendes que "cerrando la puerta" te evitas todo ese dolor. Mala idea. ¿Qué sucede? Antes cae un hablador de un cojo. Más temprano que tarde acaban por caer, y muchas veces por la persona menos adecuada.

Estás tan concentrada por no perder esa idea de "no enamorarte" que pierdes la capacidad de observar a tu alrededor. No aprecias a los posibles candidatos. No ves y analizas objetivamente las situaciones. Con tal de evadir caer en eso que te da miedo, prefieres dar grandes rodeos, con las manos sobre tus oídos, los ojos fírmemente cerrados y cantando a todo pulmón.

Entonces, sin que te hayas dado cuenta, ya tienes a alguien metido tan adentro que es muy difícil sacarlo. Y (¡sorpresa, sorpresa!) por lo general los que buscan a esas personas tan a la defensiva no son los mejores candidatos. De hecho la mayoría de los que valen la pena y tienen media onza de sentido común y amor propio, es probable que hace rato se hayan dado media vuelta y hayan buscado mejores pastos (no tan traumados y conflictuados).

Está bien. Lo acepto. No pasa así en el 100% de los casos. Pero sí en una cantidad considerablemente elevada.

Y si no, pasa sencillamente que acaban por cambiar de ideas (que es totalmente válido, pero precisamente por eso me considero tan excéptico con ese tipo de comentarios), o (aún peor) se aferran tanto a sus ideas y se vuelven tan orgullosos y tercos que aún cuando su deseo sería cambiar de situación y buscar otras cosas, ya es "demasiado tarde". Están demasiado acostumbrados a su forma de vida, tan adentro de su "zona de confort" que le dan prioridad a la necedad y el orgullo sobre la practicidad y la felicidad.

Que no, la felicidad no está en tener o no tener pareja. Está en hacer lo que de verdad quieres y necesitas, y no lo que tus miedos, traumas, conflictos existenciales y fantasmas del pasado "te permiten".

¿Y saben qué? Les apuesto lo que quieran a que en algún tiempo (meses, tal vez un par de años), cuando vuelva a hablar con esta amiga, me estará hablando (si bien le va) del chico que tan ilusionada y enamorada la tiene, o incluso (siendo realistas pesimistas) del fracaso que fue la relación que acaba de terminar. "Noooo... ¿En serio? Nunca lo hubiera esperado."

1 comentarios:

m.p dijo...

jajajaja! Neeetaaa?!
oish està lleno de pedradas para mí esta entrada!!! =S
Yo soy todo lo contrario!! =S no me gusta estar sola! y por miedo no salgo de una relaciòn que creo que ya esta medio chafireta..jojo.
pero mi punto es...que tienes el blog lleno de razón!!!
Saludos!

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