junio 09, 2010

Transtorno Paranoide de la Personalidad

El trastorno paranoide de la personalidad se define como una tendencia generalizada e injustificada a interpretar las acciones de las personas como deliberadamente malintencionadas. Es decir, se caracteriza por un patrón de desconfianza y suspicacia general hacia los demás, de forma que todo lo que éstos hacen se interpreta de la peor forma posible.

(Es importante no confundir este transtorno con una Paranoia Esquizoide, pues las personas que lo padecen no presentan síntomas psicóticos, como delirios o alucinaciones.)

¿Cómo se puede diagnosticar?

Existen siete criterios que configuran la personalidad del paranoide. Para poder diagnosticar este transtorno en una persona, ésta debe cumplir con al menos cuatro de ellos. Dichos criterios son:

1) Sospechar, sin tener ninguna prueba, que las demás personas los están explotando, dañando o engañando. Los paranoides frecuentemente sienten, sin que exista ningún fundamento, que han sido ofendidos profunda e irreversiblemente por parte de alguna otra persona.

2) Preocuparse con dudas injustificadas sobre la lealtad, fidelidad y confianza de personas cercanas, amigos o asociados; los actos de esas personas son escrutados al detalle para buscar pruebas de intenciones hostiles en contra de ellos.

3) Resistirse a confiar en otras personas. Les cuesta mucho trabajo intimar con los demás, a causa de un temor injustificado a que cualquier información que comparta vaya a ser utilizada en su contra (por intrascendental que sea). Cuando algún amigo o conocido se muestra cordial o amable con el sujeto que sufre el trastorno, éste se muestra muy excéptico y desconfía de la persona.

4) Interpretar significados ocultos deliberadamente amenazantes o degradantes en las observaciones o hechos más inocentes, incluso benignos. Son propensos a malinterpretar negativamente los gestos y comentarios de los demás.

5) Guardar resentimientos y hostilidad durante mucho tiempo; es decir, no perdonan insultos o desaires (reales o imaginarios).

6) Percibir constantemente ataques hacia su persona o reputación, que no son aparentes a los demás; están predispuestos a reaccionar con ira y contraatacar con rapidez a las supuestas críticas u ofensas.

7) Sospechar recurrentemente y sin una causa justificada sobre la fidelidad de su cónyuge o pareja sexual, en muchas ocasiones llegando al extremo de los celos patológicos.


¿Qué características tiene una persona con TPP?

La falta de confianza es la principal causa de la mayoría de los problemas que enfrenta una persona que sufre de este transtorno.

Son personas con las que suele ser muy difícil llevarse bien, pues tienen problemas en todas sus relaciones sociales. Suelen aparentar ser "fríos" y no tener sentimientos de compasión. Por otro lado, debido a su gran suceptibilidad y a la falta de confianza en los demás, sienten una gran necesidad de ser autosuficientes.

Suelen culpar a los demás de los problemas en sus relaciones y no suelen ser concientes de cómo ellos mismos contribuyen a crearlas. Por ejemplo, si continuamente acusa a su pareja de infidelidad, no es extraño que al final su pareja busque consuelo en otra persona, de modo que el paranoide ve confirmadas sus sospechas.

Ante la conducta de los demás, sacan conclusiones rápidas y son reacios a considerar explicaciones alternativas. Por ejemplo, David pensaba, erróneamente, que sus compañeros de trabajo le ocultaban información a propósito para perjudicar su trabajo, y no estaba dispuesto a considerar otras explicaciones diferentes, como el hecho de que sus compañeros estaban ocupados con su propio trabajo.

Suelen estar siempre atentos y vigilantes porque piensan que cualquiera puede atacarles de un modo u otro en cualquier momento y necesitan defenderse de ellos. Perciben el mundo como una jungla de gente egoísta y sin escrúpulos en la que no se puede confiar. Además entran en pánico fácilmente ante cualquier sospecha de una conspiración en su contra. También suelen tener conflictos con las figuras de autoridad. Toda esa hostilidad inicial injustificada muchas veces tiene como consecuencia el rechazo de las otras personas (de esa manera confirmando a posteriori aquello que el sujeto paranoide tanto temía).

En los casos en que finalmente han logrado establecer una relación íntima con una persona, por lo general intentan mantener un control total sobre ésta, para evitar así ser traicionados.

Otro punto a tener en cuenta es que, dada su rapidez para contraatacar a las amenazas que perciben en su medio, pueden verse envueltos en pleitos legales.

Finalmente, pueden llegar a manifestar fantasías de grandiosidad no realistas y apenas disimuladas. Interpretan las cosas según su propia visión, y desestiman cualquier otra que no encaje con su perspectiva de las cosas. Además, tienden a desarrollar estereotipos negativos de los otros y en especial de aquellos grupos de población distintos del suyo.

Patología

Como la mayoría de los transtornos de personalidad, el trastorno paranoide puede ser en cierto sentido adaptativo, sobre todo en un entorno amenazante. Esto es, surge como un mecanismo de defensa ante el medio en que se desenvuelve. Sin embargo, se debe observar atentamente el comportamiento del individuo, para poder diagnosticar correctamente este trastorno cuando los rasgos que muestre el sujeto sean inflexibles, desadaptativos y provoquen deterioro funcional significativo, a la vez que un malestar subjetivo.

Es decir, a partir de que el transtorno comienza a perjudicar las actividades diarias de la persona, le impide llevar una vida normal y las consecuencias de sus acciones le causan algún tipo de aflicción, es en ese momento donde la persona debe considerar muy seriamente buscar algún tipo de tratamiento.

Este trastorno puede manifestarse por primera vez en infancia y adolescencia a través de actitudes solitarias, ansiedad social, hipersensibilidad, rendimiento bajo escolar, pensamiento y lenguaje peculiares además de fantasías idiosincrásicas.

Los trastornos de personalidad que con más frecuencia se presentan conjuntamente con el trastorno paranoide de la personalidad suelen ser el esquizotípico, el esquizoide, el narcisista, el trastorno por evasión y el límite (bipolaridad).

Hay que tener en cuenta la importancia de que algunos comportamientos en determinados contextos socioculturales o circunstanciales en la vida, pueden ser calificados erróneamente como paranoides. Así, por ejemplo, los inmigrantes, los refugiados políticos o simplemente los sujetos con antecedentes étnicos diferentes pueden mostrarse recelosos o defensivos debido al desconocimiento o a la percepción de desprecio o indiferencia por parte de la sociedad mayoritaria. Así estos comportamientos pueden generar ira contenida y desconfianza, que pueden malinterpretarse como un trastorno paranoide de la personalidad.

Los estudios indican que este transtorno es modestamente heredable, y que los genes relacionados son los mismos relacionados a la herencia genética de transtornos esquizotípicos y esquizoides.

Debido a los niveles de confianza tan reducidos, el tratamiento del transtorno es sumamente desafiante. Sin embargo, si el individuo está suficientemente receptivo (dispuesto a ser tratado), es posible controlarlo por medio de psicoterapia, antidepresivos, antipsicóticos o medicamentos para la ansiedad.

Referencias bibliográficas

0 comentarios:

La Guarida del Lobo © 2008
Original Template by: SkinCorner