Por supuesto, el aprender a leer el lenguaje corporal y las reacciones fisiológicas de la persona (como por ejemplo, el ritmo de su respiración, la forma en que se contrae o se relaja en diferentes momentos, las expresiones de su rostro, sus vocalizaciones y demás) es fundamental. Y también lo es aprender a distinguir entre lo genuino y lo fingido. (Recuerda. Dos reglas básicas: no mientas y no asumas.)
![Hablando sucio](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUS5Av_zlfvOvQ1Q3IcUihu81OJnnb4fqgPliwqS1wjhtj7DQTmfpXdvEbF1W3kcDMgFhcFfVcpYXEXXR-vALP-g-MHMxozXPrqpie7dZriA4RyoysVk3QZh_HYTsycw6Ty8bImEewZgwAHrzIGBktsAtf8IWKd-wowhYMPVGNtZBYdrQbcCezuKDPkw/s400/Diry-Talk.jpg)
Para la mayoría de la gente, en la mayoría de las situaciones, hablar (abierta y explícitamente) de sexo suele parecerles inusual, incómodo y hasta vergonzoso.
La cuestión es, precisamente, tener en mente cuáles son los diferentes recursos verbales con que contamos para hablar de sexualidad humana. Básicamente hay cuatro grandes tipos de lenguajes, y un quinto mucho más ambiguo, personal y subjetivo. Entender las diferencias nos puede ayudar enormemente a determinar cuál es el más conveniente y cómodo en cada situación específica.
El primero es el lenguaje científico. Médicamente adecuado, preciso y clínico. Se usa para presentar información exacta, demostrar conocimiento y crear cierta distancia. Es el nombre "correcto" de las cosas, si bien puede llegar a sonar algo seco y cortante. Ejemplos: coito, orinar, pene, mamas...
![Niña pequeña](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEAaK9prZqa2HOA8gttgA_ndG9PlW5OGQmCO2gRaPcHJQ4VocTQgVl6h7NWS7TJ1Laje62n3oduaVsBSqN3-YN5iBTeQj4QADeH0FE0Rom3iy5NRigZBlXTRM3bcXFVkWhoQtd2hEh8cltU8psLDNu9jzPDttuM5CqKi34mbF0NAE8Wczxz5bMkvrnoA/s400/girl.jpeg)
El tercero es el lenguaje común. El que usas con tus iguales para hablar de tu propio cuerpo y acciones. Se usa para reflejar una actitud casual, crear cierta compenetración y expresar conexión o humor. Ejemplos: tener sexo, hacer pis, pito, bubis...
El cuarto es el lenguaje vulgar. Empático, colorido, descarado, provocativo, burdo. Se suele usar para demostrar vigor, pasión, excitación, pero también para oprimir, denigrar e insultar. Ejemplos: follar, miar, verga, tetas...
(Nota: los ejemplos son algunos de los términos más comunes e idiosincráticos en México. En otros países, o incluso en regiones particulares del mismo, pueden llegar usarse otros muy diferentes.)
![Seduciendo](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAgXswV8hecbEH7hhgQ5NhOc7rjp1hMiPEr4MIfzaoUdoDrfx-q0OwQTE3TaX0F8hbc0aJD24TiGPPRtjSeRX1gxB8PrB1QozX_hZ2jCDDVf6emHGYQgKaAlDIXRzRyKLw9txPWY6XxRUMV88u0LPgha3tBJ7W3TBzKmHnLnR2YthR8l6_UFbQJF2ZFg/s400/seductor.jpg)
No es fácil de definir, porque no va dirigido a personas fuera de la pareja. Muy seguramente incluirá vocablos de todos los lenguajes anteriores, y también suele incluir bromas personales y dobles sentidos que sólo ellos entenderán.
De hecho, buena parte de la diversión consiste justamente en ir creando, desarrollando y descubriendo ese lenguaje compartido, íntimo, privado y especial. Una gran herramienta para crear la complicidad necesaria para que todo esto no se vuelva mecánico y aburrido.
Así, pues, hay que perderle el miedo a hablar del sexo. En especial porque "al que no habla, Dios no lo oye". Porque de vez en cuando es divertido jugar a las insinuaciones, las indirectas y el poder comunicarnos con los demás sin tener que hablar, pero ¿a poco una buena conversación "en cristiano" no resulta algo mucho más cómodo, práctico, rápido y natural?
Entonces, ¿ya sabes qué vas a decir (y cómo) la próxima vez que alguien más mencione el tema?
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