septiembre 29, 2008

De Religión y Fé

Yo soy agnóstico. Es decir, creo en Dios, pero no creo en la Religión. En ninguna religión, realmente. Y no lo digo a la ligera. Tengo mis razones (como en todo), y bastante fundamentadas en mis observaciones, filosofías y valores.

¿Y cuál es la diferencia? Pues es fácil. Dios existe. Es la fuente universal de todos los propósitos, la fuerza espiritual que lo abarca todo. Infinito, perfecto, inabarcable, inentendible. La conciencia suprema, más allá de todo lo material, lo mundano, lo subjetivo. La Causa original, y de la cuál se desencadenan las demás consecuencias, aún aquellas invisibles para el ojo y el entendimiento humanos.

En teoría eso es lo que enseñan las religiones, ¿no es así? Pues si, en teoría. Mi problema es con todas las demás tonterías, limitantes y prejuicios de los que están saturadas las religiones. ¿Todas? No lo sé. Pero al menos todas las que he conocido y hasta donde he podido ver si. Algunas menos que otras, por supuesto.

El problema reside en que las religiones no son sino las creencias de otras personas, maximizadas y avaladas por aquellos en el poder. Pero tan falibles y subjetivas como aquellos que las establecieron. ¿Palabra de Dios? Palabra de los hombres, que interpretaron lo que creyeron entender de Dios (y en muchos de los casos modificado para beneficiar a unos cuantos en el poder).

¿Dios creó al hombre a su imagen y semejanza o viceversa? ¿Por qué nos obstinamos por darle un aspecto y manera de proceder "humanos" a aquel que lo representa todo, es infinito, absoluto, perfecto, omniciente, poseedor de La Verdad? Tal vez simplemente nos es más fácil identificarnos con algo más mundano, que entendemos, conocemos, apreciamos, medimos...

Pero en cierto momento esa limitante (muy humana, después de todo) es lo que ocasiona los peores problemas. Porque es fácil justificar cualquier atrocidad torciendo e interpretando "la Palabra de Dios" según se necesite o se quiera. Según lo que nosotros somos capaces de ver. Nunca faltará el hombre muy culto, pero muy necio, que encuentre la cita, proverbio o parábola adecuada para poder juzgar lo que digas o hagas para bien o para mal.

Ahora, puede parecer que simplemente me quejo de algo que no me gusta. Pero el chiste es que no me quejo por quejarme. Incluso podría decir que hablo con conocimiento de causa.

Verán, cuando era pequeño asistí muchos años a una iglesia protestante (cristiana, pues). Fui educado bajo la Fé en Cristo. Estudié la biblia, aprendí las enseñanzas de Jesús, cuestioné, interpreté, acepté. Y después de eso no es difícil decir que la gran mayoría de los que tan orgullosamente dicen creer en Jesús, sus palabras y su Religión, no tienen ni la menor idea de cuál era realmente su palabra. Sus lecciones de amor, humildad, compasión, entendimiento, comunicación, justicia, bondad...

Podemos empezar desde lo más sencillo. El pecado original. Toda la religión se basa en el hecho de que el hombre era pecador por naturaleza, debido a que Eva le dio una manzana (que por cierto en ninguna parte del libro se dice que sea específicamente una manzana) a Adán, y a fregarnos por los días de los días... Entonces vino Jesús. Y de nada sirvieron sus enseñanzas, su filosofía, su manera de pensar y de actuar. No, no. Todo lo que importa es que "se sacrificó por nosotros, por nuestro bien, para limpiar el pecado con su sangre". Si, lindo, muy lindo. Poético e inspirador.

Mmm... Sucede que no creo en el pecado original. Por desobedecer a Dios se condenó no sólo la persona que cometió la infracción, ¿sino además los descendientes de los descendientes de los descendientes de los descendientes de los descendientes de los descendientes de sus descendientes? Por favor...

Oh, y por si fuera poco el Dios de los Judíos, el del Génesis, el de Moises y David, no es de ninguna manera el mismo Dios que el de Jesús. Si, si. Jesús era un judío. Pero el Dios que desterró a Adán y Eva del Paraíso era un Dios iracundo, vengativo, intolerante, tirano. En cambio Jesús habla de un Dios que perdona, que ama, que entiende, que todo lo hace por una razón y es la base de todo. Mmm... Como que algo no encaja del todo...

¿Yo creo en Jesús? Sin duda. Creo que fue un gran hombre, un líder espiritual de impresionante influencia, un visionario, un Iluminado. Alguien que en todo momento se describió como "el hijo de Dios". Alguien que predicaba humildad, sabiduría, sentido común... Mmm... Y repentinamente le llaman Dios Hijo, y dicen que Dios decidió volverse hombre, sólo para ser ignorado, malinterpretado, sacrificado y humillado. Y todo para que no entendieran su mensaje (aún a 2000 años de su muerte). No, lo siento. Ese me parecería un Dios demasiado débil, demasiado poco influyente, alguien que no logró hacer lo que pretendía... No. Ese no es Dios. Ahí está la mano del hombre, imperfecta, falible, subjetiva, siempre interpretando las cosas a su voluntad y conveniencia.

Oh, si. Lo olvidaba. Uno de los Preceptos Máximos de Jesús era NO JUZGARÁS. Sólo Dios tiene la autoridad para juzgar. Después de todo es el único que tiene el contexto completo y el entendimiento necesario para hacerlo (a diferencia de los hombres, que generalmente sólo vemos lo que queremos o nos conviene ver). ¿Quién puede decidir qué es correcto y qué no? Curioso cómo aquellos que predican la palabra de Dios (que incluye una buena cantidad de veces la palabra humildad) son los primeros que se sienten lo suficientemente arrogantes como para asegurar que ellos si entienden y son capaces de decidir por Él.

En fin...

¿Qué es la Fé? Creer en algo. Aceptarlo sin cuestionarlo. Simplemente aceptar esa incapacidad que tiene uno de entenderlo todo en su totalidad, por simple lógica. No tenemos la perspectiva necesaria para hacerlo (no tenemos los conocimientos, el alcance ni el tiempo necesarios). Significa dejarse ir. Es como tirarse del bungee.

Por supuesto, uno no debe tirarse del bungee sin estar amarrado. Así como no se debe creer ciegamente en nada así como así.

A ver, espera... ¿No estás diciendo que tener Fé es aceptar algo sin cuestionarlo? Ah, por supuesto. La diferencia es que yo abogo por tener Fé en Dios. No en la Religión. Entendiéndose "la Religión" como lo que otras personas te digan, las interpretaciones que hagan, lo que hace cientos de años fue escrito por quién sabe quién, supuestamente "en el nombre de Dios".

Cuestiona lo que te dicen. Cuestiona por qué te lo dicen. Cuestiona si lo que dicen realmente te hará una mejor persona, o no. No aceptes todo ciegamente. Piensa que Dios es perfecto, y no se equivoca. ¿Entonces decir que alguna de sus creaciones está mal no es decir que Dios se equivocó? ¿Acaso juzgar a alguien no es decir que somos capaces de ver las cosas mejor que Dios? ¿Que Él debió preguntarnos antes para ver si nos parecía lo suficientemente bueno como para que lo creara? Curioso, ¿no? Y lo más interesante es que esa es una conducta aprendida. Cuestiona de qué manera la sabiduría de los siglos se puede adaptar y entender para tu contexto, y no como alguien más te diga qué debería ser. Lo que es, y no lo que dicen que es.

Y entonces, cuando llegues a ese punto en el cuál lo que digas o pienses no provenga de la interpretación de algún hombre... Cuando las palabras y la sabiduría sean universales y constantes, justas y parte del ciclo de la Vida... Cuando puedas ver la relación entre Física y Metafísica... Entonces habrás encontrado la verdadera Mano de Dios. Y en eso si es posible tener verdadera Fé.

septiembre 23, 2008

El Metro

El día de hoy no hablaré de nada filosófico ni trascendental. Simplemente hablaré de uno de mis aspectos favoritos de la Ciudad de México. El Metro.


¿Cómo? ¿El Metro? Si, el Metro. ¿Y eso qué tiene de interesante o trascendental? Para mí mucho.

Verán, yo he viajado en metro desde que tengo memoria. Uno de mis recuerdos felices de la niñez es precisamente viajar en los vagones del metro rumbo a la Iglesia de mi mamá, contando las estaciones que faltaban y viendo los extraños dibujitos. Para mí era como una excursión, como viajar en tren...

Ya más grandecito me "forzaron" a viajar en metro solo por primera vez la tercera vez que quise ir a una convención de comics. "Mira, Damián, no siempre podremos llevarte a todos lados. Es mejor que aprendas a moverte solo, y entonces podrás ir a donde tú quieras."

Qué razón tenían. Una vez que le "perdí el miedo", la ciudad se me hizo chiquita. Puedes llegar practicamente a cualquier parte de ella por medio del Metro. (Si, ok, a algunas partes más fácilmente que a otras...) Y ya que le agarras la onda, es realmente fácil.

Y claro, la tranquilidad de ya no preocuparte demasiado de perderte. En casi cualquier lado encontrarás algún micro o combi que te lleven a algún metro. Y ya llegando ahí es fácil regresar a las estaciones que ya conoces (y de ahí a tu casa, o a donde quiera que vayas).

A mucha gente le da hasta miedo viajar en el Metro, pero la verdad sea dicha y basado en la experiencia de mucha gente que lo ha usado con regularidad en algún momento u otro, es super tranquilo. Fuera de los clásicos incidentes cuando el metro está a reventar (uno que otro carterista, y las desagradables manoseadas a las pobres damitas), es bastante agradable y seguro. Definitivamente uno de los pocos servicios públicos en la Ciudad que funcionan bien y eficientemente. Y es una interesante amalgama socio-cultural.

Encuentras de todo. Gente de todo tipo. Cualquier tipo de baratija por "diez pesos! diez pesos le vale!". Niños, ancianos, jóvenes estudiantes, maduros trabajadores, elegantes ejecutivos, apuradas amas de casa... ¡Hasta te encuentras exposiciones artísticas y/o culturales en algunas estaciones! Y todo eso por la simbólica cantidad de 2 pesos... Y aún recuerdo cuando el boleto te costaba un peso (¡el transporte público más barato del mundo!).

Uno de mis aspectos favoritos es cómo cada línea tiene su estilo. Es como si estuvieras en otra ciudad, en otra época... Cambia la arquitectura, los colores, el ambiente, la decoración... No se percibe igual una abarrotada estación de la línea Cuatro Caminos/Tasqueña que una modernista Buenavista/Ciudad Azteca, o que una claustrofobizante Rosario/Barranca del Muerto, o una estudiantil Indios Verdes/Universidad...

En algún momento escribiré una historia (o varias) que tenga como escenario el Metro. O quizá un videojuego... O un comic... O todas las anteriores. ¡Je! Definitivamente es un aspecto muy característico e identificable de mi ciudad.

De hecho me he movido tanto en el metro que para ubicar por qué parte de la ciudad se encuentra algo me parece más fácil pensar en estaciones que en avenidas importantes o cosas así. ¡Je!

Ah, cuántos recuerdos, anécdotas y experiencias vividas en el metro... Lugares recorridos, situaciones de prisa o de calma, equivocaciones del rumbo, estaciones quizá demasiado visitadas... Coquetear con hermosas compañeras de vagón que nunca más volveré a ver en mi vida. Bocetear completos extraños por el simple placer de dibujar rostros interesantes. Compras de impulso de discos pirata o libros demasiado baratos para dejarlos pasar. Besos, enojos, risas, filosofadas, siestas, planes... Aquel primer viaje que hiciera completamente sólo (en el cuál puedo decir orgullosamente que no me perdí). La vez que llegué demasiado tarde y me quedé atorado en metro Taxqueña a altas horas de la noche. Cuando serví de guía de turistas a una provinciana amiga, y no sólo se le quitó el miedo al Metro, sino que además se divirtió mucho y se volvió su fan. Cuando accidentalmente encontré las obras de una querida amiga pintora en una exposición en Pino Suárez...

Algunos links útiles e interesantes:


Algún día que tenga ganas de pasear y conocer, y pocas ideas acerca de qué hacer (y alguien dispuesto a acompañarme en la travesía) iré a perderme por el metro. Llendo de una estación a otra, sin ningún destino específico. Simplemente recorriendo la ciudad y conociendo las diferentes líneas... Quizá poder llegar a decir que soy de las pocas personas que han pisado cada una de las estaciones que hay... ¿Alguien gusta?

septiembre 22, 2008

Totem Guardián

Mi pseudónimo más común y querido es sin duda el de Lobo Gris. Lo he usado por más de 15 años, y definitivamente no fue elegido al azar. La parte de "Gris" se debe principalmente a mi visión taoísta del mundo, gracias a la cuál he aprendido a entender que en la práctica (y no en la teoría) no existen los extremos absolutos, y todo es una gran gama de colores y tonos intermedios (y generalmente muy subjetivos). Pero de eso hablaré otro día.

¿Por qué "Lobo"? Me han hecho la pregunta miles de veces...

Bien, la respuesta corta es "porque el lobo es mi Totem Guardián".

.....

Ok, te dejé en las mismas, ya lo sé. Dije que era la respuesta corta, ¿no? Bien, pues aquí va la respuesta detallada.

Tu Totem es aquel animal que corresponde a tu orientación espiritual. Es decir, aquel con el que te identificas espiritualmente, en cuanto a personalidad, e incluso en un sentido físico. Aquel cuya naturaleza, costumbres, actitudes y características determinantes corresponden a las tuyas propias.


Por lo general es tu animal favorito, pero ¡ojo! El que te gusten mucho los conejitos de orejas largas no implica que tu totem sean los conejos. (Una buena amiga de la universidad era fanática de los gatitos, pero su personalidad era completamente opuesta a la de un felino.) Tampoco se puede escoger un totem a capricho, o basado en que sea un animal muy lindo o cool. De hecho pudiéramos decir que uno no escoge a su totem; el totem lo escoge a uno. Si, si, suena muy trillado. Pero aquel que descubre su totem se queda con esa sensación de que es algo que siempre ha estado ahí, en el rabillo del ojo, cercano e íntimo, aunque desconocido y nuevo hasta ese momento.

¿Cómo nueces descubro mi totem entonces? Lamento decirte que es como un orgasmo. Se puede explicar qué es, cómo se siente, cómo se obtiene... Pero hasta que no lo descubres por ti mismo, no lo entenderás del todo.

¿Cómo supe yo que los lobos eran mi totem? Es difícil decir en qué momento lo supe, pues en cierto sentido es algo que siempre ha sido parte de mí, y desde antes de entender el concepto del totem yo ya sabía que era un animal extremadamente importante para mí.

Ahí les va la historia completa.

Cuando era pequeñito, mis papás no tenían tanto trabajo como tienen ahora. Al tener mucho tiempo libre en las mañanas, se empezaron a dedicar a algo que era sumamente importante para ellos: sus hijitos. Se involucraron mucho en nuestro kinder y ese tipo de actividades. Empezaron a cooperar, ayudar, dar ideas y participar en eventos... Todas esas cosas, ya saben. Y pasó que para el día del maestro, algunas de las mamás decidieron dar un pequeño show a los maestros (y dicho sea de paso, a los chamacos). La obra era la de los 7 corderitos. Y les hacía falta un Lobo Feroz... Bueno, pues adivinen quién era el único hombre involucrado con ánimos de participar... Oh, si, yo era el orgulloso hijo del Lobo Feroz. Y luego se preguntaban por qué siempre que el Lobo Feroz perdía o le decían "villano" yo me enojaba... ("Pobre lobo. Él lo único que hacía era buscarse una buena comida. ¡También le da hambre! ¿O qué? ¿A poco a nosotros nos consideran villanos por comer vaquitas?")

Años más tarde yo seguía siendo un fanático de los lobos, viendo películas como Colmillo Blanco y Danza con Lobos.

El punto definitivo fue cuando me uní a los Boy Scouts (y al que empiece con las burlas tontas, desinformadas y simplonas de siempre le doy una patada; si vas a decir una broma de menos que sea una original). Por mi edad entré al grupo de los Lobatos, que básicamente basan gran parte de su organización en conceptos adaptados del Libro de las Tierras Vírgenes (la versión original de la que Disney basara su "Libro de la Selva", para los incultitos que no sabían). Bien, pues cualquiera que haya leído el libro de Rudyard Kipling sabrá perfectamente que es un texto en el cuál se explica y ensalsa las virtudes y características de los lobos (y he de decir que bastante apegado a la realidad para un libro de esa época), y que es fácil volverse un fanático de estas maravillosas criaturas... (Y otro clavo más al ataud. ¡Jejeje!)

Algunos años después, ya completamente conciente de que éste era mi animal favorito, fui aprendiendo acerca de los lobos "reales". Cómo son en la naturaleza, cómo se comportan, cuál es su carácter, cómo son sus relaciones, todo eso... Y claro, conforme más averiguaba, más adecuado me sonaba. Esa maravillosa sensación de "si, me suena muy muy conocido; me identifico completamente con eso".

Y entonces sucedió. Entendí que ese concepto del totem que veía y leía en historias y leyendas era más que una bonita ficción. Que toda esa charla de los guardianes naturales de las personas espirituales no era mera cháchara hippie.

¿Y qué pasó entonces? Pues que al estudiar a los lobos, pude llegar a conocerme mucho mejor a mí mismo. Entender mi naturaleza, mi personalidad, mis instintos y mi esencia. Esa fue la clave. No solamente era escoger un animal y adaptar una interpretación para poder decir que yo era un animal muy cool. Era el decir "entiende cómo es un lobo y entenderás cómo soy yo". ¿Y cómo es un lobo?

Bien, pues eso es fácil.

Es un alma solitaria, pero un jugador en equipo. Un animal pacífico, paciente, pero extremadamente fiero en determinadas situaciones (como cuando se encuentra cazando o cuando los suyos se encuentran en peligro). Un cazador muy observador, que no ataca a menos que sepa que tiene la presa asegurada. Uno de los pocos animales en la naturaleza verdaderamente fiel y monógamo. Leal, territorial, salvaje, carnívoro, astuto, adaptable, persistente, reactivo, entregado, perceptivo. Siempre viviendo en el presente, pero aprendiendo de sus errores y preparándose para lo que vendrá en el futuro cuando sea necesario.

Animal terrestre, de clima frío y agudos sentidos. Resistente y ágil, pero que sabe que la astucia y la paciencia pueden más que la fuerza bruta. Respetuoso de los débiles, pero implacable con sus enemigos. Valiente, pero no tonto. Un depredador natural, pero no uno que disfrute de pelear sin razón ni beneficio.

Si fuera un animal, ¿cuál sería yo? Más que obvio. Un lobo. ¿Y tú?

septiembre 17, 2008

Come as you are, Nirvana

Y la canción del día de hoy es:

Nirvana
Come as you are




Come
as you are
as you were
As I want you to be
as a friend
as a friend
as an old enemy
Take your time
Hurry up
The choice is yours
Don't be late
Take a rest
As a friend
As an old memoria

Come
Doused in mud
Soaked in bleach
As I want you to be
As a trend
A a friend
As an old memoria

And I swear
that I don't have a gun
No I don't have a gun
No I don't have a gun
Memoria...
And I swear
That I dont have a gun
No I dont have a gun
No I dont have a gun

septiembre 12, 2008

Bittersweet, Apocalyptica

Y la canción del día de hoy es:

Apocalyptica
Bittersweet




I'm giving up the ghost of love
In the shadows cast on devotion

She is the one that I adore
Creed of my silent suffocation

Break this bittersweet spell on me
Lost in the arms of destiny

Bittersweet
I won't give up
I'm possessed by her

I'm wearing a cross
She's turning to my god

Break this bittersweet spell on me
Lost in the arms of destiny
Break this bittersweet spell on me
Lost in the arms of destiny

Bittersweet
I want you
[I'm only wanting you]
And I need you
[I'm only needing you]

Break this bittersweet spell on me
Lost in the arms of destiny
Break this bittersweet spell on me
Lost in the arms of destiny

...Bittersweet

septiembre 10, 2008

De Destinos y Ciclos

Para empezar, voy a aclarar algo importante. Yo creo en el Destino. Y creo en el Libre Albedrío.

La cosa es que no veo el destino como una ruta lineal y predeterminada. Lo veo más similar a la forma de un árbol, con sus múltiples ramificaciones y su gran extensión. Cada desición, cada situación, no hacen más que crear nuevas ramas. Cada vez más intrincadas y diferentes, pero siempre partiendo de las mismas raíces.

Y claro, el mayor problema es que por lo general no entendemos (¿no queremos entender?) cómo funcionan las cosas. En realidad es muy sencillo. Causa y consecuencia. Todo sucede como una reacción a otra cosa anterior.

No, espera, dirá alguien. Hay veces en que las cosas suceden sin ninguna razón, que no las podemos entender, y aparentemente salen de la nada. Mentira. Todo tiene una razón. El problema es falta de visión. ¿O acaso pretendemos ser tan soberbios que creemos que lo que nuestros ojos y nuestro discernimiento abarcan es lo único que existe?

Precisamente, muchas veces el problema es que esa causa primaria está más allá de lo que entra en nuestro entendimiento. Y si no lo veo o no lo comprendo, no existe. Curioso, ¿no? La causa, la razón, ahí están. Fuera de nuestro rango visual. Más profundo de lo que generalmente llegamos a cavar. Pero existe.

Los ciclos se repiten una y otra vez. Inevitable e irrevocablemente, todo regresa al punto de partida, una y otra vez. El gran misterio es que los ciclos nunca son círculos perfectos. En lugar de eso, sería más indicado representarlos con espirales, que siguen cierta dirección determinada, pero que nunca pasan dos veces por el mismo lugar. Esto se debe únicamente a la consecuencia de todas las causas relacionadas. Y a la interacción con otros ciclos similares, paralelos y conexos.

¿Qué sucede entonces? Pues que la vida nos presenta las oportunidades, y somos nosotros los que decidimos qué hacer con ellas.

Es chistoso... A veces intentamos forzar las cosas, cuando su momento aún no ha llegado... Y otras veces las cosas se dan solas, sin que pidamos que lleguen... El Destino es caprichoso.

Es dificil saber cuándo estamos realmente listos para algo, pues se involucran demasiados factores internos y externos. Pero al final lo que realmente interesa es que cada quién es responsable de si mismo, y no de los demás. Que tampoco significa que debamos hacernos de la vista gorda cuando nuestras acciones lastiman a otros, por supuesto...

Un ciclo termina, otro empieza... A veces no volvemos a pasar por el mismo lugar, otras estamos destinados a reencontrar aquel sentimiento más adelante en nuestro camino.

Si está destinado a ser será. No en el momento que queremos o esperamos, claro. Las cosas nunca se dan cuando "creemos" estar o no estar listos. Se dan cuando estamos listos. Irónico, ¿no? Nada es al azar. No existe la casualidad.

Claro que no todos están dispuestos a enfrentar las implicaciones...

septiembre 09, 2008

La Triada Existencial

Bien, pues empecemos por una de mis filosofías básicas de vida. Yo la he llamado la Triada Existencial, aunque debo decir que no me atribuyo la creación de esta ideologia. Muchos sabios y filósofos ya lo han pensado, dicho y teorizado. ¿Y qué les puedo decir? El concepto es simple, pero poderoso.

El ser humano está compuesto por tres aspectos diferentes, inherentes a su existencia. Estos son Cuerpo, Mente y Espíritu. Cada uno representa una dimensión diferente. El verdadero bienestar y balance se logra cuando hay un equilibrio entre los tres aspectos.

El Cuerpo representa todas nuestras necesidades físicas, instintos, todo aquello que proviene de los sentidos. Lo que consideramos atractivo y placentero.

La Mente representa nuestra memoria, mecánicas de pensamiento, razonamientos, ideas. Lo que opinamos y valoramos.

El Espíritu representa emociones, sentimientos, confianza, motivación. Lo que nos anima y apasiona.


¿Cuál es el truco? Bueno, de hecho es muy simple. Hay que aceptar y considerar los tres aspectos por igual. Los tres tienen un peso equivalente, y negar alguno es negarse a si mismo.

Claro, a primera vista parece fácil. Pero para la mayoría no lo es. Culturalmente pareciera que nos educan para minimizar el impacto e importancia de uno u otro. Y eso tarde o temprano repercute en diferentes momentos de nuestra vida.

Uno nunca estará completamente satisfecho ni se sentirá particularmente íntegro, a menos que haya cubierto sus necesidades en los tres aspectos. Lo más curioso es que muchas veces la gente ni siquiera lo ha pensado o entendido; y sin embargo los afecta. Lo creas o no, cada aspecto sigue ahí, es parte de ti y es muy importante.

Así pues, la gente que dice que "el físico no importa" está siendo tan superficial como aquel que dice que "no me interesa que piense, mientras se vea bien". Curioso, ¿no?

Que no estoy diciendo que haya que darle más importancia de la que merece a algo superficial, no. No se trata de buscar los estereotipos de "belleza" que nos han vendido los medios, sino de encontrar realmente cuál es nuestra necesidad y preferencia. Pero bueno... Eso ya será tema para otro día...

septiembre 07, 2008

La Primera Luna

Bienvenido a mi Guarida, viajero. Pasa y siéntate junto al fuego. Descansa los miembros y permíteme contarte algunas cosas.

Antes que nada, me presentaré. Mi nombre es Damián Fraustro, el Lobo Gris, el Príncipe de las Sombras, el Narrador de Sueños. Creador, artista, filósofo, cuenta cuentos, taoísta, cazador, romántico, sarcástico hasta la muerte.

Si llegaste a este lugar por accidente o casualidad, te invito a que heches un ojo. Pero seamos realistas, no espero que te quedes mucho tiempo. Verás, este lugar tiene una buena parte de mí... para el que realmente tiene el interés y sabe leer entre líneas, claro. Para aquel que no tiene intenciones de conocerme, esto no será mas que una colección de extraños, controversiales y personales escritos. Así que ¡un gusto encontrarte! Puedes retirarte cuando quieras. ¡Buena caza!

Si estás aquí para conocerme, debo advertirte que hay mucho que ver, y aún más que pensar. Como ya deberías saber, hay pocas cosas que diga o haga sin una razón de ser. Detrás de cada pequeño escrito que puedas encontrar por aquí, habrá mucho de mi pensamiento, sentimiento, filosofía, sabiduría, ideología, sensatez, locura, pasión, inocencia y descaro. Oh, si. Mucho descaro. ¿Tienes algún problema con algo de eso? Está bien, tienes derecho. Y este es territorio, así que yo tengo el doble de derecho de decir lo que se me antoje. ¡Jejeje!

En fin... ¿Qué puedes esperar encontrar en este lugar? Ensayos donde explico mis filosofías de vida, reflexiones acerca de hechos importantes para mí, letras de canciones que reflejen algún aspecto de mí, citas de personajes famosos y/o importantes, fotografías e imágenes que considere interesantes (trataré de que sean fotos tomadas o imágenes hechas por mí, pero no puedo prometer nada)... Tal vez hasta uno que otro recuento de situaciones trascendentales que me hayan pasado. ¿Qué más? Diablos, no lo sé. Ya lo averiguaremos en el camino juntos.

¿Sigues por aquí? Me alegra saberlo. Algo que no quiero es hablar de cosas que me apasionan con alguien que no tiene interés por mí. Ahora acomódate en tu asiento y escucha con atención, que hay mucho que decir, pensar y experimentar, y la noche es larga y la vida muy corta...
La Guarida del Lobo © 2008
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